¡Los suelos son la base de cualquier espacio!
Mantener los distintos tipos de suelo limpios y en buenas condiciones no solo los hace lucir mejor, sino que también contribuye a la salud y seguridad de las personas que los transitan.
Si están sucios, húmedos o con residuos sólidos pueden provocar resbalones y caídas. Además, si no se limpian adecuadamente, los suelos pueden acumular gérmenes y bacterias que afectan a nuestra salud y empeorar las condiciones de cualquier ambiente.
Pero con los suelos pasa como con las oficinas, no todas son iguales. Por ello, desde Glengarry Limpiezas te contamos todos los distintos tipos de suelos que existen y los materiales de los que debes hacer uso para que puedas darles cariño a tus suelos y mantener su calidad durante años.
Madera dura
El método de limpieza depende del acabado. Si el suelo tiene un acabado de cera o de madera sin tratar, este suelo no se puede lavar. Simplemente debes barrer, aspirar o pasar la mopa con regularidad.
Para pisos con acabado de poliuretano, el limpiador ideal es un jabón de pH neutro. Humedece un trapo con la mezcla de agua y jabón y luego pasa un paño de microfibra para secar.
Laminado
Los suelos laminados solo necesitan aspirarse periódicamente. Quitar el polvo o limpiar con un trapo seco o un paño también funciona. No utilices limpiadores o abrillantadores a base de jabón, ya que opacarán la superficie. Tampoco se recomiendan las ceras, ya que harán que el piso esté resbaladizo. Puedes usar un trapo o un paño ligeramente húmedo si hay manchas difíciles de quitar, pero no lo mojes demasiado para que la humedad no se filtre debajo de las tablas.
Vinilo
Una escoba de cerdas suaves o una aspiradora con un accesorio de cepillo suave es la herramienta perfecta para mantener los pisos de vinilo libres de polvo. Para una limpieza más profunda, utiliza agua mezclada con un poco de detergente suave. Humedece un trapo con esta solución, luego «enjuágalo» con un trapo humedecido solo con agua. Asegúrate de secar bien.
Baldosas
Los suelos de baldosas son bastante resistentes. Si necesitas una limpieza inmediata, puedes usar la siguiente solución casera de vinagre y lavavajillas manual que funciona de maravilla:
Mezcla aproximadamente 1/4 de taza de vinagre blanco con unas gotas de jabón para platos, coloca la mezcla dentro de una botella con atomizador de 16 onzas y luego llena la botella hasta el final con agua tibia. Rocía la solución sobre la superficie y luego usa un paño de microfibra o un trapeador para limpiar. Para las juntas, usa la misma mezcla, pero mézclala con agua caliente y luego déjala reposar durante unos minutos antes de fregar y lavar.
Linóleo
Para pisos de linóleo, lavavajillas manual y agua caliente harán el truco. Rocía la mezcla sobre el suelo y luego limpia un par de veces. Alternativamente, puedes humedecer la fregona o el paño directamente. Asegúrate de enjuagar bien para evitar que se pegue. Para el mantenimiento diario o semanal, bastará con barrer o pasar la aspiradora para eliminar el polvo y la suciedad.
Piedra
Los suelos de piedra natural necesitan limpiadores no quelantes y con pH neutro. Esto evitará cualquier reacción química no deseada que pueda arruinar los minerales de la piedra. Si tienes pisos de baldosas de piedra sin sellar, los trapeadores de microfibra humedecidos con agua caliente serán suficientes. Las manchas rebeldes y la suciedad se pueden eliminar con vapor.
¿Sabías como limpiar todos estos tipos de suelos?
En Glengarry Limpiezas nuestros profesionales cuentan con los mejores materiales y trucos para dejar los suelos impolutos.